A la hora de comprar una vivienda lo más común es que haya que recurrir a financiación externa para poder hacer frente al pago del inmueble. Es en ese momento de búsqueda de financiación cuando suelen surgir las dudas sobre préstamo y crédito.
La principal diferencia entre estas dos fuentes de financiación se encuentra en la forma de acceder al dinero. En el préstamo el prestamista entrega todo el dinero de una vez al prestatario, mientras que en el crédito el sujeto que necesita el dinero va pudiendo acceder a él poco a poco.
En el caso de la compra de una vivienda el importe total de la misma debe abonarse en el momento de formalizarse la venta, por lo que lo normal es pedir un préstamo para poder hacer frente a esa obligación.
Es por eso que en realidad el préstamo va dirigido a particulares que necesitan el dinero en un momento puntual, mientras que el crédito es un producto destinado más bien a empresas o autónomos que tienen falta de liquidez.
Elegir una u otra forma de financiación influye directamente en la cantidad de intereses que habrá que devolver.
En el préstamo el cliente sabe desde el principio la cantidad de intereses que tendrá que devolver, cuantía que se calcula teniendo en cuenta el importe total de la cantidad prestada. Sin embargo, en el crédito el cliente sólo paga intereses con respecto al dinero del que finalmente haya dispuesto, aunque también se suele aplicar una comisión si finalmente no se dispone de todo el dinero del crédito.
En líneas generales los intereses del crédito son más altos que los del préstamo pero, a cambio, sólo se pagan intereses sobre la cantidad de dinero que se ha usado.
Cuando una persona recibe un préstamo se establece un plazo de devolución, de modo que el obligado debe abonar cuotas regulares que generalmente serán mensuales y que incluirán una parte de principal y otra de intereses.
En el crédito el cliente también va devolviendo periódicamente la cantidad que previamente ha recibido con sus correspondientes intereses. La principal diferencia es que a medida que va devolviendo el dinero su línea de crédito va creciendo. Es decir, si una empresa pide un crédito de 4.000€ y gasta 3.000€, a medida que va devolviendo en realidad no le quedan 1.000€ de los que puede disponer, sino que puede disponer de esos 1.000€ que previamente no ha gastado más el importe de que ya haya devuelto de lo que sí ha gastado.
Tanto el préstamo como el crédito se conceden por un tiempo determinado. Llegado el plazo de vencimiento del crédito el interesado puede cancelarlo, renovarlo o ampliarlo. Sin embargo, llegado el plazo del vencimiento del préstamo se da por finalizada la operación, si el prestatario necesita más dinero deberá pedir un nuevo préstamo.
Préstamo
Crédito
No hay una respuesta absoluta a esta cuestión, ya que en realidad depende mucho de la situación. No obstante, si lo que ocurre es que se necesita el dinero para hacer un desembolso importante (por ejemplo el que supondría la compra de una vivienda) o para hacer una inversión, lo más recomendable es escoger un préstamo.
En caso de que lo que se busque sea tener disponible el dinero para aquellos momentos en los que pueda llegar a hacer falta, entonces la mejor solución puede ser un crédito.
De todas formas, antes de tomar una decisión sobre préstamo o crédito siempre conviene asesorarse bien y revisar las condiciones de contratación ofrecidas por el banco en cada caso concreto.